Urcacyl cumple 25 años al frente del cooperativismo agrario; además, el 2012 es el Año Internacional de las Cooperativas declarado por la ONU. Con estas premisas, la celebración de su IV Congreso de Cooperativismo Agrario, llega en un momento muy importante para la organización y todas sus cooperativas, que en estos momentos de crisis cada vez alcanzan un mayor reconocimiento empresarial y social.
El lema del IV Congreso ‘Rentabilidad Social’, puede desconcertar a priori, pero su razón de ser responde a la suma de dos principios claves que presiden la filosofía del cooperativismo así como a la misión que tienen encomendada las empresas cooperativas: su rentabilidad económica y su responsabilidad social.
Las cooperativas agrarias son las pioneras en la creación de lo que hoy se conoce como el “tercer sector”, el de la economía social.
La actividad empresarial cooperativa se caracteriza por su orientación a satisfacer las necesidades del grupo social que asume la responsabilidad de crear y gestionar la cooperativa. Las cooperativas, por tanto, han de alcanzar la rentabilidad social inherente al cumplimiento de sus funciones, que siempre se obtendrá tras haber alcanzado la necesaria rentabilidad económica.
La obtención de una rentabilidad económica es la misión y objetivo principal de cualquier empresa. La obtención de la rentabilidad social es la verdadera misión de la empresa cooperativa. Y es que la cooperativa es de propiedad exclusiva de sus socios, agricultores y ganaderos, cuya actividad económica y social se desarrolla en el medio rural, lo cual contribuye al desarrollo de todo el entorno. Las cooperativas contribuyen además a la mejora del medio ambiente y a la calidad de vida de toda la población rural, siendo las únicas empresas ubicadas en los pueblos de nuestra región, donde están generando riqueza y puestos de trabajo.
Las cooperativas agrarias son el ejemplo práctico y palpable de que con esta figura empresarial es posible obtener rentabilidad social.