El gerente de la Cooperativa Aranpino, José Blázquez, prevé que se recupere la superficie de 20.000 hectáreas de patata, teniendo en cuenta que el pasado año hubo una reducción hasta las 18.000, y en la zona de Cantalpino y Arabayona de un 10%, aproximadamente, debido a que se venía de una campaña pésima porque tras un año malo el agricultor no tiene dinero para sembrar otra vez y hay miedo a perder más dinero.

En la cooperativa su criterio es sembrar siempre lo mismo (alrededor de 650 has.), no hacer balances anuales, sino medias cada cinco años. No haciendo grandes variaciones de superficie es la única forma de recuperar lo que se pierde cuando vale poco la patata en años que vale más. Los cultivadores de esta cooperativa siembran patatas de diferentes ciclos, es decir, tempraneras, de ciclo medio y tardías, para compensar posibles pérdidas de principios de campaña. Por eso se han sembrado Jaerla, Colombra, Red Escarlet, Fábula, Spunta, Asterix y Agria.

Este año, las abundantes lluvias han dificultado las siembras de patata, pues «ha hecho que no se haya podido sembrar cuando se ha querido», en palabras de José Blázquez. El gerente comenta que este año, a mediados de junio, aún hay patatas que no han germinado y también hay parcelas en flor.

Las expectativas de mercado que se pueden hacer son todavía prematuras, pero sí comenta que como se han hecho siembras escalonadas, se prevé que no se produzca una saturación del mercado ni exceso de oferta en ningún momento de la campaña. Y siempre con el objetivo de que los precios estén por encima de los 0.16-0,18 € para que el cultivo sea rentable.

Es importante que se mantengan estos precios ya que una pequeña oscilación en los precios pagados al agricultor puede influir en la rentabilidad del cultivo y no supondría nada en el precio final que paga el consumidor.

La cooperativa Aranpino agrupa a 66 agricultores y es la productora más importante de patata en la zona de Salamanca.